sábado, 27 de febrero de 2010

PERIODISMO POLITICO ENTRETENIDO Y PROFUNDO

Debe admitirse que a esta altura es difícil crear un programa político totalmente original, pero algunos productores hacen el intento y el resultado es más que favorable. Nos referimos al ciclo Le doy mi palabra, que se emite, desde el año pasado, los martes de 22 a 23.30 hs. por Canal 26, con la conducción de Alfredo Leuco.

Es un programa compacto, donde se nota que hay producción y elaboración y nada parece librado a la improvisación. Un factor fundamental en este sentido lo constituye el trío de avezados y probos periodistas que participan del envío: Leuco, Pepe Eliaschev y José Antonio Díaz, a los cuales se suma toda la irreverencia del joven Juan Cruz Sanz.

Leuco se muestra ducho y lúcido en la conducción mientras que Eliaschev y Díaz ofrecen una verdadera clase de periodismo a través de la agudeza de sus editoriales sobre política internacional y economía, respectivamente. Por su parte, Sanz sorprende semana a semana con sus osadas y documentadas investigaciones, donde devela casos resonantes de corrupción.

Cada emisión cuenta con la presencia de relevantes dirigentes políticos o de intelectuales, que son sometidos a un incisivo reportaje, mediante preguntas profundas y esclarecedoras. La intención no es hostilizar al entrevistado sino brindarle el mayor número de herramientas a los televidentes para que puedan reflexionar y formar su opinión.

En suma, un programa donde prima el análisis, el debate serio, la investigación y periodistas íntegros, y que tiene el plus de resultar entretenido y dinámico. Un combo para no dejar pasar.

REPETTO: BUENAS INTENCIONES QUE NO ALCANZAN

En su cuarta emisión, el sábado pasado, Nico Trasnochado obtuvo un rating de 6 puntos, similar al del envío anterior. El programa sigue sin afilar la puntería en cuanto a la calidad. Son notorias la pobreza en la producción y la falta de contenidos. En este ciclo, todo parece insustancial y liviano.

Al principio, el conductor Nicolás Repetto intentó que se armara una especie de debate entre los invitados sobre temas trascendentes como el amor, el trabajo, el dinero, la espiritualidad, pero lamentablemente la propuesta naufragó sin pena ni gloria en apenas dos minutos, banalidad pura.

Es verdad que hay algunos esbozos de talento a través del monólogo de Diego Reinhold y el actor/transformista recién incorporado Juan Pablo Geretto. También es rescatable el segmento musical, si bien resulta opaco y gris ante la austera producción. Otro punto a favor es el ya conocido carisma de Repetto, quien le brinda el ritmo justo al ciclo. Pero estos ingredientes no alcanzan para construir un programa consistente y compacto.

El monólogo desarrollado por Reinhold resulta apenas ocurrente, no se explota al máximo la gracia de esta figura. En el caso de Geretto, su incorporación abre buenas perspectivas. En su primera participación mostró su capacidad de improvisación interpretando el personaje de Ana María, que está siempre acompañada por su perro Apolo.

La sección Control Remoto puede considerarse entretenida y fresca, arranca alguna sonrisa pero nada más. Se trata de una cámara oculta en la cual un invitado interactúa con la gente mientras Repetto, desde una camioneta, a través de un celular, le va dictando lo que tiene que hacer y decir. En esta oportunidad, el elegido para llevar a cabo esta peculiar tarea fue el periodista deportivo Tití Fernández, que la cumplió con gran espontaneidad. En cambio, otros dos segmentos dejaron mucho que desear: un sketch muy flojo sobre el matrimonio, y la sección Tres opciones tres, nada original.

Esta emisión contó con la presencia de la cantante argentina Lola Ponce, una verdadera estrella en Italia, quien tuvo a su cargo el número musical. Primero interpretó una versión controvertida del tango Volver, sin mucho brillo y despliegue. Luego cerró el programa con una canción de su autoría, un tanto anodina, que se vio interrumpida por la irrupción de los títulos.

Por ahora, Nico Trasnochado ofrece sólo un puñado de buenas intenciones que carecen de la creatividad, la producción y la elaboración necesarias para convertirse en un ciclo sólido.

martes, 9 de febrero de 2010

UN DIGNO PROGRAMA DE CINE PERO EN EL CABLE

Los amantes del séptimo arte están de parabienes. Desde hace un mes comenzó a emitirse 24 x segundo, un programa dedicado íntegramente al cine, conducido por el prestigioso crítico Alexis Puig. La cita es el jueves a las 22 hs. por América 24, con repetición el domingo a las 21 hs.

El envío cuenta con todos los ingredientes que les interesan a los cinéfilos: informes especiales, entrevistas, comentarios de los estrenos, anticipos y lanzamientos en DVD. Así, en la última emisión se destacó el reportaje efectuado en Estados Unidos por el propio Puig al director Robert Rodríguez y unas breves declaraciones de Johnny Depp a propósito del inminente estreno de “Alicia en el país de las maravillas”, filme que lo vuelve a reunir con el realizador Tim Burton.

Entre otros segmentos importantes deben señalarse una completa reseña de la trayectoria de Clint Eastwood ante la llegada a la cartelera de “Invictus”, y un interesante recorrido por las películas que, en diferentes épocas, retrataron al hombre lobo, aludiendo a una nueva historia respecto a este monstruo que se estrenará próximamente y está protagonizada por Benicio del Toro.

El estreno de “Tierra de zombies” sirvió de pretexto para presentar otro atractivo informe sobre los diversos abordajes que el cine le viene dando al remanido tema -pero no por ello menos cautivante para el público- de los "muertos vivos".

No faltaron adelantos de películas que veremos a lo largo del año como la última de Roman Polanski, “El escritor fantasma”, y otra que se exhibirá en dos semanas y que está cosechando numerosos premios, “Preciosa”, una durísima historia producida por la animadora Oprah Winfrey.

Indudablemente, el menú que ofrece 24 x segundo es completo y apetecible, lo cual lo vuelve dinámico y entretenido. Debe remarcarse la ductilidad de Puig, quien parece moverse como pez en el agua en el programa. Sus comentarios sobrios e inteligentes le permiten demostrar que sabe de lo que habla y suman un plus que enaltece el producto.

En una palabra, información, opinión, seriedad y rigurosidad son los condimentos que construyen este envío que reivindica a los mal llamados programas de espectáculo, hoy volcados casi exclusivamente al chisme barato y los escándalos. A propósito, nos formulamos dos amargas preguntas: ¿por qué no hay lugar en la TV abierta para este tipo de productos? ¿Para ver un programa de cine digno no queda otra posibilidad que el refugio del cable? Las respuestas nos conducen a esta triste TV que supimos conseguir.