viernes, 8 de enero de 2010

15/6/09

LA DICTADURA DEL RATING

Cada vez se profundiza más la dictadura del señor rating. Gran parte de los ejecutivos de la TV están obnubilados por el minuto a minuto, lo que hace que -de acuerdo al sagrado numerito- se acorten ciertos tramos de un programa o se extiendan otros. Esto ocurre con Justo a Tiempo que, por ejemplo, el viernes pasado llegó a finalizar a las 23.45, durando dos horas y media, mientras que cuando se lanzó el ciclo, la duración pautada era de una hora o una hora y cuarto a lo sumo. De esta manera, los espectadores que deseaban ver Cárceles tuvieron que someterse un largo rato a las arbitrariedades de Telefe, dictadas por el rating, y soportar el tedioso e interminable juego de "descubrir al personaje".

Una situación similar se produce en Canal 13 al asignarle media hora más a 70.20.10, el programa de Chiche Gelblung, y restarle espacio a TVR, que comenzó recién a las 23. Todo en una búsqueda desesperada por ganarle la batalla del rating a Telefe. Así, en el canal de Constitución se decidió priorizar la trivialidad y el sensacionalismo en detrimento de la creatividad de TVR. En el caso del sábado, en 70.20.10 se le dedicó nada menos que 36 minutos a la historieta del supuesto hijo de Guido Suller (Tomás), especulando hasta el fin de la emisión con el resultado del ADN, cuya prueba se había realizado, insólitamente, en el propio estudio de TV, con bioquímico y escribana incluidos. El programa se cerró con el llanto de Guido ante su no paternidad y las ganas de vomitar de Tomás (qué simbólico, no?). Chiche se esforzó en aclarar reiteradamente que Suller no había vendido la nota y que se trataba de un acto de amor y no de mentira. "Se hizo de buena fe y espero que los medios no destrocen a Guido y Marcos", expresó el conductor con cara de ganador. ¿Para eso redujeron la extensión de TVR?

En una palabra, la guerra salvaje por el rating hace que la mediocridad siga avanzando a pasos agigantados en nuestra TV. La ficción y el género periodístico van perdiendo terreno frente a la frivolidad y los rutinarios programas de juegos. Esperemos que esta pesadilla termine pronto y se pueda ver una luz al otro lado del río, como dice Jorge Drexler en su canción.

No hay comentarios:

Publicar un comentario