viernes, 8 de enero de 2010

17/8/09
CARCELES: UNA VISION INTERESANTE DE LA MARGINALIDAD

El viernes pasado pudo verse en Telefe un capítulo sobrecogedor de Cárceles, dirigido a mostrar cómo infancias duras y penosas, llenas de desamparo, fueron determinantes en el grueso de los casos para llegar al triste desenlace del delito y la prisión. Este ciclo de Endemol se caracteriza por ofrecer testimonios estremecedores de los reclusos acerca de las motivaciones que los condujeron a cometer un hecho delictivo, el sufrimiento que implica estar privado de la libertad y la luz que surge cuando empiezan a obtener las primeras salidas, ese despertar a la vida.

El programa logra acaparar la atención de tal manera, por la crudeza de las imágenes de ese mundo desconocido para la mayoría de los televidentes y las palabras desesperanzadas de algunos protagonistas y optimistas de otros, que es difícil sacar los ojos y los oídos de la pantalla. Cárceles se convierte en un producto "redondo" si se tienen en cuenta, además, la excelente edición y musicalización que le imprimen un ritmo ágil y entretenido. La frutilla del postre es la conducción de Diego Alonso, quien a través de su carisma y espontaneidad nos permite entrar a ese tenebroso lugar con el mismo ánimo familiar que tendríamoas al visitar a un amigo, reemplazando dramaticidad por autenticidad.

A su vez, debe remarcarse que en ningún momento, a pesar de la temática que presenta, se realiza una apología del delito o se hace alarde de las acciones de los reclusos, sino todo lo contrario: se enfatizan las consecuencias nefastas de las faltas cometidas.

El programa se emite desde el año pasado y posee la virtud de encontrar constantemente una veta nueva, original de la vida carcelaria y transformarla en la materia prima de un envío cautivante, de modo que no agota ni satura, siempre hay un hallazgo. Una perlita en esta televisión rutinaria y chata de hoy.

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